Insertado entre el mar y las montañas, este municipio tiene hermosas playas para practicar surf y vólibol. También, ofrece una rica gastronomía entre cuyos platos se destacan el pirão con harina de yuca, las albóndigas de taioba y el tradicional café con caldo de azúcar de caña.
Por Yubelkys Mejía Rincón
São Sebastião, Sao Paulo.- Salir del gran Sao Paulo y adentrarse al litoral norte de esta gran ciudad es ir a disfrutar las bellas costas, los mares azules y verdes montañas de Sao Sebastião.
“Es un refugio de belleza natural deslumbrante y riqueza nativa única, hogar de maravillosas selvas, zonas costeras, ríos, cascadas, cultura e historia”, con estas palabras define a São Sebastião, Felipe Augusto, alcalde de esta ciudad.
Y yo digo que se queda corto con su descripción, porque esta ciudad enamora desde que llegas porque invita a sus visitantes a explorarla, conocerla y disfrutar de su belleza natural, su gente, su cultura.
Sus límites son Caraguatatuba al Norte, el océano Atlántico al Este, Bertioga al Sur y Salesópolis al Noroeste. Para moverse dentro de los límites de la ciudad, las bicicletas ocupan un lugar de preferencia; además tiene temperatura media anual de 24°C, ideal para esta práctica que también puede ser deportiva.
Con el paso de los años se ha convertido en uno de los 15 municipios paulistas considerados propios para el baño por cumplir los requisitos definidos por una ley estadual, estatus que le garantiza una mayor promoción del turismo regional por parte del Estado.
Su imagen es un pececillo
Un pececillo se convirtió en su imagen para el turismo. Esta obra de la artista Lslie Amaral concebida para una regata en el año 2000 se quedó como símbolo de São Sebastião. El colorido pez pulula por toda la ciudad con sus aletas invitando a saber al dedillo qué tiene la ciudad para el visitante.
Además, posee otras atracciones como edificios históricos de la época del Brasil colonial, como el Convento de Nuestra Señora del Amparo que fue construido por los franciscanos; la Iglesia Matriz de San Sebastián, construida a finales del siglo XVII y reconstruida alrededor de 1819; la Casa de la Cámara que tiene la mayoría de los aspectos característicos de la arquitectura civil y urbana del siglo XVIII. También, se puede visitar la Hacienda Santana, la Capilla de San Gonçalo, el Museo de Arte Sacra, la Casa de Leyes y el Teatro Municipal.
¿Qué hacer?
Al llegar a un destino la pregunta obligatoria es ¿Qué hacemos? Las respuestas inician con la primera actividad al visitar la cascada Calhetas y la playa también llamada Calhetas donde se nos perdió la vista viendo tanta belleza de un mar calmado y lleno de grandes rocas. Desde ahí, a pocos metros nos trasladamos a la cascada con una caída de agua a gran altura que invitaba en cada chorro a darnos un baño.
Otra opción es embarcarnos a un paseo náutico por las islas, un recorrido en lancha haciendo paradas en playas vírgenes que se caracterizaban por la calidez de sus aguas. Allá, un lugareño nos dijo que las tibias aguas se debían a que en esa playa casi no llovía y el candente sol funcionaba como un calentador natural.
Y es que el mar y las aguas dulces son el gran tesoro de São Sebastião rico en playas, ríos, cascadas y muchos paisajes naturales. Con más de 100 kilómetros de costa y más de 50 playas que se diferencian por poseer arenas y aguas de distintos tonos con arenas tan oscuras como playa Preta del Centro hasta la fina y clara de Playa Juquehy que se complementan con un cálido sol que brilla todo el año.
Sus hermosas playas integran un bellísimo paisaje formado por un litoral repleto de calas, bahías, islas, senderos, cascadas y cerros. Esto permite que sus visitantes tengan un contacto directo con la vida marina en la región y un montón de diversión y aventura en el mar. En “Buenos vientos”, la naturaleza es el complemento idóneo para los que buscan unas vacaciones relajadas y en el mar donde la vida suele ser “más sabrosa”.
Su rica gastronomía
Está muy ligada al mar y ofrece amplias opciones. Su plato insignia herencia de la memoria Caicara es su azul marino, un pescado cocinado lentamente con plátano verdes, que vuelve su caldo azul oscuro de ahí su nombre. También, preparan pirão con harina de yuca. En la entrada suelen ofrecer albóndigas de taioba y al terminar la comida sirven el tradicional café con caldo de azúcar de caña.
Para descansar y pernotar
El municipio tiene disponible más de 200 espacios para quedarse, y los hay para todos los gustos y precios. Desde pequeños y acogedores hostales para un turismo más relajado hasta las posadas de gran lujo y hoteles de grandes cadenas internacionales. Es decir, que hay para elegir en cualquiera de las zonas de São Sebastião que desees quedarte.
Ya sea a disfrutar las arenas de Juquehy, la gastronomía y la sofisticación de “Camburi”, el sosiego de “Toque Toque”; el encuentro del mar con el río en “Barra do Una” o hacer surf o jugar vólibol de playa en “Maresias”, considerada como la playa más visitada de esta localidad, pues recibe a turistas de todo el mundo que buscan diversión y recreación.
Maresias está a 180 kilómetros de distancia de la capital del estado, y es ideal para quienes buscan disfrutar de sus vacaciones en contacto con la naturaleza.
Esta playa tiene cinco kilómetros de arena clara y agua cristalina. En su alrededor se han construido condominios, casas y hoteles sofisticados; así como restaurantes modernos, bares y discotecas con música para todos los gustos.
Ciudad del Surf
Maresias posee una de las mejores infraestructuras turísticas de Sao Sebastião. Es una referencia mundial de surf y como tal de sus aguas nació el campeón mundial de Gabriel Medina en la actualidad el mayor ídolo del sur brasileño, primer surfista de Brasil campeón mundial.
Como una forma de retribuir a su comunidad Gabriel Medina fundó el Instituto Gabriel Medina, cuya función principal es preparar nuevos valores para el surf, crear campeones para las olas que estén preparados para el futuro.
El IGM funciona desde febrero del 2017 y fue creado con recursos propios del deportista y está justo en la misma playa donde él aprendió a surfear Playa Maresias, Sao Sebastião. En el lugar está equipado con un gimnasio, piscina semiolímpica y área de recreación, además se exhiben en una pequeña sala museo todos los trofeos de Medina,
Definitivamente, São Sebastião es un tesoro escondido en la gran y caótica Sao Paulo, lugar ideal para salir de la urbe, desconectarse y hacer de la visita a Sao Paulo, en Brasil una experiencia diferente rodeada de paz y armonía.