Fuera de control: Es el perfil de cientos de individuos que bajo sed de justicia, se cuelan para obedecer a la violencia organizada, opacando asi el valor de una protesta a favor de causa justa
Nadie dijo que la vida fuera fácil y creo que todo ser humano lo sabe. Además de vivir con una pandemia que no sabemos cuando terminará, tenemos que sufrir la inconsciencia de algunos que deciden sacar del medio a personas sin ningún lamento. No obstante, debemos convivir con el ego, la envidia, pero sobre todo, con la ignorancia, que es un virus dificil de erradicar.
La muerte de George Floyd, jamás debió ser, y nos coloca nuevamente en una guerra abierta de racismo, que ha desatado la fuera de la gente en varias ciudades, no solo por el abuso cometido, por justicia, que es que se debe protestar, pero estos enfrentamientos va mas allá.
Salir a las calles conlleva riesgos y eso no parece importar. Lo que puedo creer, quizás el encierro de la pandemia ha afectado el cerebro de muchos que sin pensar en si y en quienes «aman» ni siquiera se protegen, sin hablar de aquellos que han salido a protestar no por querer hacer justicia, sino para cometer vandalismo, y eso, es lo que no se puede permitir.
Lo que visiblemente puede observarse por parte de grupos es la desesperación, no de indignación, sino de ira y no por ganas de hacer justicia, eso evidencia violencia, posiblemente remanente del encierro por la pandemia.
Estos enfrentamientos no traeran cosa buena, solo pudo a Dios cordura tanto para los manifestantes como para la policía, que esto no se convierta en una batalla sin cuartel.
Es lamentable, más que hayan venido de otras ciudades a quebrantar el orden de tranquilidad de los floridanos. Protestar es un derecho constitucional, lo que no se permite es hacer daño y es lo que irónicamente queriendo hacer justicia, se cometen injusticia, dañando autos, edificios y saqueando negocios de personas que no tienen culpa y que ahora tienen un futuro incierto, además de luchar para intentar mantenerse a salvo.
Debemos prepararnos para poder lidiar con inestabilidad mental y seguir viviendo con la ignorancia. Ante Dios todos somos iguales.